
Javier Gomá Lanzón
Voy a referirme a tres de los asuntos que me tendrán en vilo este otoño.
Mayoría selecta, la columna dominical de El Mundo. He publicadas diecisiete, antes de que termine el año debo escribir otras tantas. Abrí en su día un documento donde voy registrando ideas revueltas para su uso futuro. Preparando el otoño, he estado buceando por ese material informe para seleccionar diecisiete temas. Con la experiencia hecha, puedo decir que esta colaboración periodística que acabo de iniciar presenta dos novedades en mi carrera. Por primera vez, no está en la sección de cultura, sino en la de opinión: se la encuentra el lector al abrir el periódico del domingo, en la página dos, sin necesidad de ir a buscarla al suplemento o a la revista. La segunda novedad es la extensión: ciento cincuenta palabras. Cuando me contactaron dije ese número a la diabla. Tenía que ser claramente inferior a las mil palabras de Babelia y a las seiscientas treinta de El Cultural. Pero no estaba claro que ciento cincuenta palabras conformase un texto con unidad de sentido. A la luz de lo ya publicado, opino que sí lo hace. Funciona bien y es original. Con dos limitaciones: una es la imposibilidad de argumentar. Debo renunciar a exponer una idea nueva y retomar una sobre el que ya he escrito con más amplitud en otro sitio, donde están las pruebas para quien le interese. Es, pues, una columna de reescritura compendiada. La otra limitación es el humor: la ausencia de contexto, debido a la brevedad, impide el recurso a la ironía y la autoironía, que es siempre contextual. Echo de menos ambas cosas.
El convenio con la universidad CUNEF, por el que se creaba la Cátedra de la Ejemplaridad y se me confiaba su dirección, caducaba a fines de este año. Se acordó renovarlo por otros tres más con el añadido de una cláusula relativa a los dos cursos nuevos que impartiré este año académico. Para los estudiantes del grado PPE, Conceptos fundamentales de la cultura contemporánea; y abierto a todos los alumnos de la Universidad, con invitación especial a los estudiantes de grados técnicos, Introducción a la filosofía mundana.
Sobre este segundo curso he firmado un contrato de edición con la editorial DEBATE para poner por escrito lo mismo que voy a explicar oralmente en las aulas. Me he comprometido a entregar el libro a fines de diciembre, así que cualquiera puede imaginar cuál será una de mis ocupaciones a lo largo de los próximos cuatro meses. Un libro breve, de unas veinte mil palabras, y se titulará simplemente Introducción a la filosofía. No es una introducción a mi filosofía, pero sí una introducción a mi concepto de qué es filosofía, un concepto que involucra a todos los hombres y mujeres del mundo, jóvenes y mayores. Por eso lo escribiré con la convicción de que será útil a toda persona de toda condición con tal de que viva su vida de manera consciente.